Saquemos
del armario, del ropero, los juegos olvidados, aquellos que tanto disfrutamos,
aquellos que a diario los jugamos y que tanto bien a todos nos dejaron y que
ahora en este tiempo, están en el olvido, pero que aún los añoramos y que mucho
bien harían si los niños los sacaran del armario, donde esperan a que con ellos
nos divirtamos y que mejor salud con ellos la tengamos.
El
trompo de madera ya llegó, la cuerda le enredamos y tomado punta abajo, ya luego
lo lanzamos y que baile y baile para ya luego en la uña que ese baile siga y
siga y ya estando el círculo con otros trompos hacia ellos lo lanzamos, pero
también podemos enredarlo y hacia el círculo lanzarlo para que saque trompos
que cambiarán de dueño, en tanto a unos pone triste y los mirones disfrutamos.
Pongamos
una raya y ya muy lejos de ella, un pequeño hoyo hagamos, de acuerdo al tamaño
de la moneda que escojamos y a unos metros de distancia dos, no más, nos
divertiremos aventando la moneda y los puntos ganaremos si al hoyo le atinamos
o ya según tan cerca estemos y es así como a la rayuela jugando seguiremos,
claro que, el que más cerca se encuentre la apuesta habrá ganado y el dinero de
bolsillo habrá cambiado. Si más llegan a jugar más hoyos haremos para que más
ganemos y el ejercicio haremos.
Quien
haga un capirucho, más puntos obtendrá y si estos son seguidos, seguro ganará,
de capiruchos no solo es el juego del balero, claro que es el más vistoso, pero
hay otro importante que es el llevar el palo al hoyo del balero y para esto hay
dos formas, a cual más de interesantes que con la boca abierta a muchos ha
dejado.
Ya
es febrero y vendrá marzo y el viento es un aliado para volar el papalote. Su
arco es de carrizo, de papel su centro y de hilachos lo es su larga cola y será
más emocionante si lleva un zumbador , soltemos ya el hilo y que empiece la
emoción y el que más alto lo lleve es el ganador.. Algunos por maldosos la
navaja le pusieron y papalote que se acerque ya el suelo es su destino en tanto
que en el aire uno ya se ha alejado y todos sorprendidos, el aplauso le
brindamos
Peleche
le pusieron, el avión otros le llamaron, con un gis blanco, sobre el pavimento
en forma vertical tres cuadros van, y después tres horizontales, ya después uno
solo y continuará con cinco horizontales, uno más después y termina con un
círculo grande, Cuando ya está terminado se deberá tener un papel mojado hecho
bola o bien un trapo y el juego iniciará, la bola al primer cuadro se avienta y
parado en un pie la misma tomará y así la irá aventando, sirviendo de descanso
los cuadros horizontales y al llegar al círculo será el ganador, el ejercicio
es bueno pues pelechando lo jugamos y al agacharnos a recoger la bola la panza
la bajamos.
Primero
eran canicas y, así como ellas, el juego se llamó, la dirección y fuerza es
para el dedo pulgar , un círculo en la tierra haremos donde quedan canicas que
apostamos y según sea lo acordado, las canicas que saquemos el destino es el
bolsillo y cuando este ya nos canse, con las mismas canicas otro juego
empezamos, este es semejante al golf y del hoyo hacia atrás, unos metros nos
hacemos y el chiste es que lleguemos y la canica al hoyo entremos y ya luego
contentos los mosaicos sacaremos.
Solo
se requieren canicas o mosaicos y una pelota chica para que las niñas jueguen
contentas a la matatena, la pelota al aire va y una canica tomo y el juego
seguirá si la pelota no se va o si la canica no se toma y en este caso la niña
llorará.
Yoyo
le llamaron quienes lo inventaron, la cuerda le envolvemos y luego lo
soltamos, el disco de madera con su
ranura al centro, al dedo al cordón anudamos, ya luego el juego empieza cuando
lo bajamos y luego lo elevamos, para los que mucho saben, malabares es lo que
hacen, algunos tan difíciles y raros que sorprendidos dejan a quienes los
miramos pues figuras que hacen y deshacen son para contarse.
Las
escondidas todos a jugar, la cuenta empezó y todos corren a esconderse,
cincuenta contará para estar bien escondido y el uno, dos, tres por a quién
encuentre cantará, y uno a uno a todos hallará, más si uno al lugar de la
cuenta regresa con el mismo que empezó, la cuenta de nuevo iniciará, y si a todos
encontró, será el triunfador, si hay quien no pudo esconderse por su
indecisión, será el perdedor
El
chiste es que no lo toquen o ahí se quedará parado sin moverse del lugar, todos
a correr que el juego ya empezó y el castigado a uno tocará para que quede encantado
más si a este algún otro toca, desencantado habrá quedado, desde su lugar todos
observan y la velocidad le imprimen al tratar de llegar a la base antes de ser
tocado, risas en casos se es cuchan, pero también lloriqueos cuando por la
prisa al suelo ha llegado y el raspón mucho le duele, pero se levanta y el
juego sigue.
Sí,
juguemos al burro castigado, uno de frente a la pared y agachado y detrás de él
los demás del equipo, los del otro equipo a saltar y llegar arriba de donde se
encuentra el primer agachado y así, todos los demás, si alguno de los agachados
no se cae el triunfo para ellos habrá llegado, más si los que saltan, no llegan
hasta adelante el juego habrán perdido ya, el gordito va adelante para que más
peso y tiempo aguante aunque a veces sea el perdedor, un juego algo rudo que no
es para cualquiera, pero hay que jugarse y tratar de no ser del equipo
perdedor.
Ya
la pirinola está en sus vueltas y más vueltas, se ha detenido y nos dice que
todos ponen, a poner una moneda que todos hemos perdido, de nuevo a bailar la
pirinola y se detiene en toma uno y a quien tocó el turno gustoso toma una
moneda que ha ganado y así el juego sigue y todos divertidos con el juego de la
pirinola que a todos satisfechos ha tenido.
Son
parte de los juegos que antaño tanto nos gustaban, había unos propios de
hombres y otros para niñas y jovencitas, pero algunos toda la familia los
jugaba, pero no era nada más el jugarlos, era el ejercicio que se hacía, era el
convivir con compañeros de clases, por supuesto que la convivencia con vecinos
se tenía, era el hacer uso de habilidades, de actitudes y aptitudes. Por
supuesto que había más juegos, en los recreos no faltaba una cascarita de
futbol, la perilla, los saltos de longitud y otros que mi memoria ha olvidado.
Importante
lo es que volvamos a esos juegos olvidados, que los saquemos del armario. No
estoy contra la modernidad, pero considero que haremos un bien a nuestros
hijos, a los nietos si volvemos a esos juegos y claro, sí, a ratos los niños,
los jóvenes pueden usar el celular, la tablet, todo es cuestión de combinar los
tiempos que no sean de clase y de tareas, pero también se debe volver a que los
niños, los jóvenes hagan tareas domésticas, el ejercicio al hacerlas mucho les
servirá, pero también, el volver a ellos,
los papás, los abuelitos, los vecinos y más nos congregaremos a verlos y
fomentaremos la sana convivencia, además de que para muchos la distracción nos
servirá, tal vez, menos enfermedades tendremos. Desde las regidurías y
direcciones de Educación, Cultura y Deportes se puede volver a los juegos
olvidados para bien de todos,
HOY VOLVAMOS
A LOS JUEGOS OLVIDADOS
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